sábado, 16 de noviembre de 2019

El maestro ignorante

Os voy a hablar un poco de este libro de Rancière que me ha parecido muy curioso y sobre todo muy interesante. Es un libro que trata sobre la educación e igualdad principalmente.  
En principio, me llamó muchísimo la atención que estas dos palabras estén asociadas, porque normalmente un maestro es todo lo contrario a un ignorante, ya que su misión es transmitir su sabiduría a sus alumnos.
 Rancière basó su obra en Jacotot, que fue un filósofo, pedagogo, revolucionario del s.XIX que desarrolló la Educación Universal, que se basaba en la emancipación del hombre de su dependencia a un saber ya compuesto y legitimado, de esta forma, el hombre conseguirá ser dueño de su propio aprendizaje.  
El libro se sitúa en un contexto postrevolucionario, en el que la educación tradicional era esencial, los ‘’ sabios’’ tenían autoridad sobre los ‘’ignorantes’’, por lo que el maestro era un ser superior , sin embargo, se buscaba la igualdad a través de la educación, lo cual resulta paradójico , porque no se puede alcanzar la igualdad desde un ámbito no igualitario, por lo que el autor sostiene que la igualdad no debe ser un objetivo, sino que se debe partir en todo momento de ella.
Jacotot desarrolló la Educación Universal enseñando a un grupo de alumnos holandeses el idioma francés, había un ‘’problema’’ ya que ni Jacotot se comunicaba en holandés, ni los alumnos en francés. En este momento es cuando cualquiera de nosotros piensa que es imposible, ¿cómo les va a enseñar un idioma si no puede comunicarse con ellos? Jacotot les dio un libro en versión bilingüe, el Telémaco, a través del cual los alumnos buscaban las palabras, las traducían, leían y formaban frases. A todo esto, el maestro era un supervisor, no aportó ninguna explicación sobre conjugaciones, ortografía … y aun así los alumnos consiguieron aprender el francés ¡fascinante! Los alumnos fueron totalmente independientes al maestro, lo que les permitió desarrollar su voluntad de conocimiento. Jacotot hizo una puntualización que me pareció muy interesante, y es que considera que el profesor que explica al alumnado, buscando su comprensión, lo único que hace es entorpecerle y ‘’ atontarle’’, a esto le denominó embrutecimiento.  
El Telémaco tenía un rol muy importante, ya que era como un ‘’maestro’’ pero en papel, o así lo he considerado yo, ya que gracias al libro se verifica la voluntad de conocimiento que tienen los alumnos y que además solo se produce cuando hay una igualdad entre alumno-profesor tal y como he comentado anteriormente.  
Para Rancière, y creo que, para todos los maestros, la actitud del alumno es fundamental. Además, para desarrollar la inteligencia es esencial que el alumno quiera aprender y adopte una actitud positiva hacia el aprendizaje.
La Educación Universal se llevó al ámbito social, ya que al romper con esa bilateralidad de explicador-receptor, chocaba fuertemente con la sociedad, que en su momento era un sistema de desigualdades en el que la mayoría de las personas no tienen la voluntad de pensar, por el simple hecho de no querer esforzarse. Por lo que la igualdad de la que tanto hablaba Rancière es una herramienta que utiliza para hacer frente y renunciar al orden social institucionalizado, y para dirigir la educación hacia el alumno, y no hacia la sociedad. Por lo que, gracias a la Educación Universal, en la sociedad ya no habría unos superiores que ‘’controlan’’ a unos inferiores, sino que todos serían iguales.
En definitiva, pienso que la Educación Universal es una utopía, ya que sería muy difícil llevarla a la practica en la propia realidad, porque siempre será necesario dar una breve explicación para ‘’ guiar’’ a los alumnos, sin ser un maestro meramente expositivo. Desde mi punto de vista el constructivismo actual tiene varios puntos en común con la Educación Universal, ya que el alumno construye su propio conocimiento, y el profesor actúa como un guía. Actualmente, hay cada vez más centros que se suman a la teoría constructivista, aunque sigue siendo una realidad muy lejana que fuese la teoría principal, ya que desgraciadamente, hay muchos centros que aún siguen estancados en la educación tradicional, basada simplemente en la exposición del conocimiento, sin apenas dar ni voz ni voto a los estudiantes. Personalmente, espero que en un futuro no muy lejano esta realidad cambie, ya que, como futura maestra, me gustaría enfocarme en una educación que, de pie a los alumnos a pensar, a debatir, y a desarrollar un criterio propio. 


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