Siempre ha habido
personas con diferentes diversidades funcionales, estas no han cambiado, pero
sí ha cambiado la concepción de diversidad funcional a lo largo de la historia
y, sobre todo, en la educación. Una persona con una diversidad funcional es aquella que tiene limitaciones o dificultades
para alcanzar ciertas metas u objetivos.
A lo largo de la
historia, se han tenido diferentes percepciones sobre las personas con
diversidad funcional, dichas percepciones son las siguientes. Se les
consideraban personas infrahumanas, poseedoras de dones o compensaciones
especiales, malvadas, monstruos, salvajes…
También surgieron
diferentes tendencias históricas que han influido
sobre el concepto de diversidad funcional. Una de ellas es el cristianismo, esta tendencia creía que estaba asociado al pecado, otra es el humanismo renacentista, esta dio lugar a un cambio
desde la indiferencia a la acción social, la emergencia de la medicina moderna, donde pensaban que eran seres
sobrenaturales, y, por último, el darwinismo social, momento en el que se produce un decline social por el aumento de la gente “degenerada”.
Las personas con alguna
diversidad funcional han sufrido mucho durante toda la historia, y por lo
tanto, también me refiero al ámbito de la educación. La evolución histórica desde
la perspectiva de la educación ha pasado por las siguientes etapas.
1º Eliminación: les consideraban personas
no validas, retiradas de la sociedad. Las personas con discapacidad no formaban
parte del sistema educativo, ni se les consideran educables.
2º
Segregación: basada en una supuesta homogeneidad. Los
alumnos con discapacidad no podían ajustarse al sistema educativo y, en
consecuencia, necesitaban de una enseñanza individualizada especial.
3º
Integración: normalización. Todos los niños con o sin
discapacidad deben beneficiarse de los mismos fines educativos. La escuela se estructura para dar respuesta a
los alumnos con discapacidad.
4º
Inclusión: diversidad como principio de igualdad. Todos los
alumnos son diferentes con iguales derechos. Se inicia una Educación Adaptada
para dar cabida a todos.
La educación tiene que entender
lo diferente como algo consustancial a la singularidad y variabilidad de lo
humano, es decir, todos somos iguales pero con diferentes necesidades
educativas. Debe asumir una perspectiva más amplia sobre esta singularidad y
variabilidad desde los aspectos éticos, porque todos los alumnos tienen unas necesidades
educativas individuales propias y específicas para poder llevar a cabo un buen
aprendizaje en su desarrollo. La escuela inclusiva tiene que tener los siguientes objetivos:
Por ello, las escuelas deben replantearse su papel, formando y dando oportunidades a aquellos que lo necesiten para lograr una educación más respetuosa, de calidad y equidad, sin dejar atrás a nadie.
totalmente de acuerdo, Beatriz. Un saludo.
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