La mayoría habréis visto la película de "La ola", pero no todos sabréis su verdadera historia. Me he interesado en esta película ya que no es ciencia ficción, sino que ha ocurrido a lo largo de la historia (y seguirá ocurriendo si no educamos bien a nuestros alumnos), desembocando en situaciones trágicas que todos conocemos, como por ejemplo, el genocidio de los judíos a causa del mandato de Hitler. Antes de todo, haré una breve sinopsis de la película.
Nos encontramos en la Alemania actual. La trama gira alrededor del profesor de instituto Rainer Wegner y su proyecto educativo en torno a la autocracia. Este tema lo relacionó con el surgimiento de dictaduras, el fascismo y el nazismo, por lo que realiza unas sesiones en las que presenta la autocracia de manera atractiva y práctica, mediante elementos como: espíritu de grupo, ideales comunes, ayuda mutua, uniformes... Entonces, lo que al principio se trataba de una serie de ideas como la disciplina y el sentimiento de comunidad, se acaba convirtiendo en un movimiento real, a lo que acaban llamando "La ola". Los jóvenes se entusiasman, mejoran su autoestima e iniciativa, superan sus diferencias raciales y sociales, adoptan un uniforme común. Poco a poco, llevan el movimiento más allá de lo que nadie había imaginado, finalizando en violencia y descontrol. El profesor ante la grave situación intenta terminar con el movimiento, que no finaliza hasta la trágica muerte de uno de sus alumnos.
Esta película está basada en la historia real del profesor de historia Ron Jones, en 1967 en un instituto de California. Muchos de sus alumnos le preguntaron cómo era posible que el pueblo alemán ignorara el genocidio judío, cómo no hacían nada por evitarlo. Entonces, decidió hacer un experimento con sus alumnos para demostrarles como surge la autocracia. El profesor instituyó un régimen de extrema disciplina en su clase, restringiéndoles de sus libertades y haciéndoles formar en unidad. A este movimiento lo denominó "La tercera ola". Escasos días después, el experimento cobró vida propia. Los alumnos empezaron a espiar a otros y a acosar a aquellos que no querían unirse a su movimiento. Ante esta situación, Ron Jones detuvo el experimento haciendo ver a sus alumnos que el movimiento tenía un líder mundial: Adolf Hitler.
Con esto quiero transmitir el peligro que genera la fascinación de un líder, como el profesor en nuestro caso en las aulas, ya que esta fascinación podría acabar en una dictadura. La manipulación de colectivos está a la orden del día (y no solo por políticos). Por ello, los profesores tenemos que tener en cuenta dos aspectos:
- Libertad de cátedra: consiste en que nadie puede obligar a defender en sus clases ideas, normas o creencias contra las que esté en desacuerdo por motivos morales o ideológicos. Esta libertad no puede ser absoluta, sino que debe garantizarse dentro de unos límites legales y éticos.
- Libertad de expresión: consiste en el derecho a expresar libremente nuestras ideas u opiniones, pero tiene unas ciertas restricciones ya que no puede amparar en conductas delictivas, ofensivas o que contribuyan a extender la violencia.
Por ello, tenemos que saber diferenciar estos aspectos y llevarlos adecuadamente en nuestras clases. Los profesores tenemos un gran poder y debemos usarlo de manera que los alumnos eviten completamente las situaciones anteriores. Porque, si un profesor en la actualidad implanta su ideología, sus ideas u opiniones en una clase... ¿en que desembocaría?
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