Christine de Pizán o Pisan es considerada la precursora del feminismo occidental, cuya obra <<La querella de las damas>> y <<La ciudad de las damas>> le cedió un gran lugar en aquella sociedad profundamente misógina de finales del siglo XIV.
El contexto histórico en el que se desarrolló la vida de Christine se caracterizaba por el feudalismo. La mujer era la base que sostenía el sistema agrario campesino, y, además, las mujeres siempre tenían la misma posición social: inferior a la de sus maridos. El único momento de la vida de una mujer casada en el que podía tener más independencia era al quedarse viuda. Así, en esa época no se esperaba nada de la mujer, más que dar a luz y cuidar de los hijos y de la casa.
Cuando su esposo, Étienne du Castel, muere, a causa de la peste, Pizán quedó viuda a los veinticinco años y con tres hijos a los que debía alimentar y mantener. Por ello, decidió tomar las riendas de la situación. Así pues, se inició plenamente en la producción literaria, siendo acogida con gran admiración y respeto entre los intelectuales de la época, convirtiéndose en la primera mujer de profesión intelectual. Era mujer, escritora, y, además, sus escritos le sustentaban económicamente.
Christine comenzó a escribir múltiples poemas y obras, que se hicieron muy populares, en los que trataba temas más comprometidos como la filosofía, la política, la historia o el derecho de la mujer en la sociedad. Sobre este último destaca su obra más conocida <<La ciudad de las damas>> escrita en el año 1405. Se trata de un alegato a favor de las mujeres, para las que reclama un lugar en el mundo, así como una clara crítica a la misoginia imperante en la época medieval.
El contexto educativo de ese siglo imponía una educación diferenciada por géneros, ya que solo se les permitía a las mujeres de clase alta una educación basada en las Artes liberales. Así, en el entorno de Christine había arraigado un tema polémico conocido como la Querelle des Femmes (la Querella de las mujeres), un movimiento que fue desarrollándose a lo largo de los siglos hasta la Revolución Francesa, y es en este debate que los escritos de Christine fueron determinantes al atreverse a combatir a los hombres, teóricamente superiores. En el debate se cuestionaba la naturaleza de la mujer, pues los hombres cultos de los siglos XIV y XV escribían una desmesurada misoginia, tachando a la mujer de tener una esencia malvada.
La ciudad de las damas generó un gran interés en el momento en que se publicó, perdurando hasta la mitad del siglo XVI. Después, se mantuvo en el olvido hasta el siglo XVIII, en el que al inicio de la Revolución Francesa, Louise de Kéralio, la reivindicó.
Christine siempre dijo que el problema de la desigualdad entre el hombre y la mujer era uno: la educación. No puedo estar más de acuerdo con esta escritora, destacando a día de hoy, la necesidad de incluir una mirada feminista en la educación para posibilitar una ciudadanía transformadora.
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