En esta entrada, Luz y Alicia, hacemos una síntesis de un artículo trabajado en clase (María Cruz Cardete del Olmo, La historia y su construcción: teoría y método, UNED).
La autora comienza haciendo alusión a su experiencia personal y profesional como participante en una mesa redonda, la cual tuvo lugar en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid el 21 de mayo de 2008.
Según ella misma afirma, el objetivo principal de esta reunión es dar a la teoría y el método de la historia la importancia que se merecen. Y es que, tristemente la historia es vista como una serie de meros datos y hechos, cuando realmente existe un complejo proceso detrás de la misma.
La historia no consiste únicamente en recuperar lo que pasó. La historia consiste realmente en construir. La historia es una construcción social y discursiva que habla del presente a través del pasado.
Por lo tanto, la historia está al servicio de la reflexión, pues es necesario hacerse preguntas para avanzar en la misma, ya que es a través de las cuales como conseguimos iniciarnos en una continua indagación que no dejará de sorprendernos.
Y es que, no es suficiente con recoger una serie de datos y exponerlos, ya que es de esta manera como ellos por sí solos pierden todo su significado. Es por ello que se defiende la reflexión teórica y metodológica, en la que queda reflejada el cómo, el por qué y el para qué de nuestra indagación, siendo sometida a revisión, perfeccionamiento y cambio en una continua retroalimentación.
Así, debemos de ser capaces de descubrir los datos y los hechos, pues son estos el caldo de cultivo de la historia que conocemos. No obstante, es necesario que los mismos pasen por ese proceso de reflexión en el que son analizados, extrayendo así el conocimiento crítico de los mismos.
A modo de conclusión, nos gustaría hacer una relación entre el proceso de creación de la historia y el proceso de creación del aprendizaje. Al igual que un buen historiador concebido como un agente activo del proceso histórico es capaz de construir la historia, debemos animar a nuestros alumnos a reflexionar y a construir sus propios conocimientos.
Una vez entendido lo que se habló en la mesa redonda a la que nos referimos al principio, no deberíamos mostrar rechazo a la teoría y al método, ya sea en el proceso de creación de la historia o del aprendizaje. Y es que, nuestra innegable relación con los mismos es la que no lleva a alcanzar grandes cosas.
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